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Principales Representantes de la Escuela Quiteña siglo XVI-VXII-XVIII

Foto del escritor: DAYANA LISETH REMACHE CANDODAYANA LISETH REMACHE CANDO

MIGUEL DE SANTIAGO



Este pintor nació en la Real Audiencia de Quito y fue un fiel exponente de la Escuela Quiteña en el Siglo XVII. El artista fue nieto de indios e hijo de mestizos, quedó huérfano de padres a temprana edad. Con la edad de 20 años abrió su propio taller, y su primer trabajo fue ordenado por el padre Basilio de Rivera del convento de San Agustín, quien encargó una serie de 14 cuadros cuyo tema sería la vida del santo obispo de Hipona.

La mayoría de sus obras son de carácter religioso, y entre ellas se destacan la serie dedicada a “La Vida de San Agustín”, que se guarda en el convento del mismo nombre; la serie que representa “Los Milagros de Nuestra Señora de Guápulo”, formada por doce lienzos que se conservan en Guápulo; los capítulos de “La Doctrina Cristiana”, del museo de San Francisco; “La Inmaculada”, pintada en 1645 y que está considerada como su obra más antigua; “La Flagelación del Señor”; “La Muerte de San Agustín”; “Las Sillas”; “La Muerte de San Nicolás”; etc. Pintó además varias “Inmaculadas”, “El Nacimiento de la Virgen”, y “El Invierno” de la serie “Las Estaciones”.


FRANCISCO MOROCHO


OBRA REALIZADA POR FRANCISCO MOROCHO

Detalle del exterior de la fachada de San Francisco con los dos pisos de su frente.

El constructor quiteño Francisco Morocho se formó en su oficio junto a su progenitor, Jorge de la Cruz Mitima, con quien colaboró en proyectos tan notables como el templo de San Francisco, a las órdenes de Fray Jodoco Ricke.

Por su linaje indígena, Morocho pudo combinar técnicas y habilidades propias de su cultura ancestral, que le sirvieron para enriquecer la fórmula de construcción europea. Al igual que su progenitor, fue recompensado por Ricke con unas tierras situadas en las vertientes del Pichincha.

NICOLÁS JAVIER DE GORÍBAR



Este artista conocido popularmente como Goríbar, perteneció a la Escuela Quiteña de artes entre finales del Siglo XVII y principios del Siglo XVIII. Este pintor fue discípulo de otro afamado artista perteneciente a dicha escuela, Miguel de Santiago. En el caso de Goríbar este fue conocido por su obra desarrollada entre la orden de los Jesuitas y el monasterio de Guápulo.

En el año 1686 este artista se hizo cargo de trabajar el retablo de la iglesia de Guápulo, esta obra fue concluida por el artista en el año 1718. En esta obra se puede apreciar un gran lienzo donde se representa la Asunción de la Virgen que a la vez está rodeada de ángeles y santos franciscanos, además de la Virgen del Pilar.


OBRAS IMPORTANTES

  1. Cristo coronado de espinas, que se encuentra en El Carmen Bajo.

  2. Tres cuadros sin nombre, en la Sala Capitular de San Agustín.

  3. Los Apóstoles, son 6 lienzos ubicados en la Curia de Quito.

BERNARDO DE LEGARDA

Fue un escultor, pintor, tallador y platero ecuatoriano que vivió en el Siglo XVIII y perteneció a la Escuela Quiteña de artes y oficios. A pesar de haber pertenecido a una familia mestiza de bajas posibilidades económicas, pudo ingresar a la Escuela Quiteña, a consecuencia de los grandes esfuerzos realizados por su padre. Posteriormente tras el abandono de su esposa se concentró en su trabajo en un taller que poseía cercano a la Iglesia de San Francisco.



La obra más conocida de este artista quiteño es la llamada Virgen de Quito en el año 1734, que representa una advocación a la virgen inmaculada, cuyo trabajo fue encargado por los padres franciscanos para su templo.

Esta escultura tuvo una gran popularidad, tanto así que innumerables copias e imitaciones distribuidas por varios países. En lo que se refiere a la actividad realizada por este artista como entallador de retablos se destaca el retablo mayor de la Iglesia de la Merced, una obra de marcadas características barrocas y la cual fue culminada por un discípulo llamado Gregorio.


Manuel Chili- Caspicara



Este artista, constituyó un afamado escultor y tallador indígena que perteneció a la Escuela Quiteña de arte, específicamente en el Siglo XVIII. De cuya escuela llegó a ser uno de sus máximos representantes. El nombre artístico de este escultor “Caspicara”, significa cara de madera o cara de palo. Ello ha influido en suponer que se trataba de un hombre de rostro cobrizo y piel tersa similar a la madera tallada. Hay que agregar que no existen retratos sobre este artista que permitan determinar su físico con certeza.

En lo que se refiere a su obra este artista fue fiel a la norma áurea de la imaginería barroca. Se enfocó en los temas religiosos llevados a la madera y el mármol. Es interesante señalar que entre sus maestros se destacan Diego de Robles y Bernardo de Legarda, con quienes trabajó en sus respectivos talleres desde joven. Es así que Caspicara logró dominar la más pura esencia de la escultura colonial quiteña. Por ende adquirió fama en las demás colonias americanas y en las cortes de Europa.

Así mismo, es escultor basó casi todo su trabajo en la imaginería religiosa, especialmente para los altares de las principales iglesias y conventos de las región. De igual modo sus esculturas llegarían a adornar grandes mansiones y palacios en Europa. Algunas de sus obras son:

  • Cristo yacente, se encuentra en el Museo Nacional de la Ciudad de Quito.

  1. Virgen de la Luz, Museo Nacional de Quito.

MANUEL DE SAMANIEGO



Este artista ecuatoriano se destacó en la pintura y la escultura, y fue considerado uno de los últimos representantes de la Escuela Quiteña de arte. El trabajo de este pintor ecuatoriano se dividió entre los periodos históricos de finales de la dominación española en la Real Audiencia de Quito y los inicios de la vida republicana e independiente como parte de la Gran Colombia.

Este artista desarrolló gran parte de su obra desde su taller. El cual representó su mayor fuente de ingresos, y ello le permitió mantener a su familia. Además de formar a futuras generaciones de artistas.

Entre los años 1801 y 1802 tuvo una importante labor en la Catedral Metropolitana de Quito. Donde decoró las juntas de los arcos de la nave principal con escenas de la vida de Jesús y el trascoro del altar mayor con un gran lienzo de la “Asunción de la Virgen”.

  • La adoración de los Magos, en la Catedral de Quito.

  • El nacimiento del niño Dios, Catedral de Quito.

  • El tránsito de la Virgen, Convento de Santa Clara, Quito.

  • El Español, óleo sobre lienzo, fue adquirido por un coleccionista estadounidense en el año 2003.

  • El buen Pastor, óleo sobre lienzo, adquirido por un coleccionista español en el año 2004.

JORGE DE LA CRUZ MITIMA

Constructor quiteño de ascendencia indígena, y padre de otro renombrado constructor, Francisco Morocho, su obra más destacada fue el claustro principal del Convento de San Francisco, en cuya edificación también participó su hijo. Como otros constructores del mismo periodo, Jorge de la Cruz Mitima adquirió durante su adiestramiento profesional las técnicas europeas, pero supo conservar métodos de edificación propios del legado indígena.

Fray Jodoco Ricke, responsable de emplear a Mitima y a su hijo en los trabajos de San Francisco, les cedió a ambos unos terrenos situados en las faldas del Pichincha.


En las cuatro esquinas del primer piso del claustro de San Francisco hay igual número de altares dorados. Este corresponde a Santa Margarita, al que acompaña un bello artesonado.


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Bibliografía

E. (2022, 25 marzo). La Escuela Quiteña: características, representantes y obras 2022 ecu11. IESS Lotería Nacional Planilla luz agua...

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